Immigrazione italiana, comunismo e antifascismo nell’entre-deux-guerre argentino: l’Ordine Nuovo,

Ricardo Pasolini1
Antifascismo italiano, antifascismo argentino
Las experiencias antifascistas italianas en Argentina estuvieron presentes al menos desde el advenimiento del fascismo en Italia. Dada la importante composición de extranjeros en partidos políticos como el socialista y el comunista argentinos, y el flujo ahora identificable de los exiliados políticos en el componente inmigratorio, desde mediados de la década de 1920 es posible advertir un importante movimiento antifascista de origen italiano, que a partir del asesinato de Matteotti involucra también a los partidos de la izquierda argentina del momento. De este modo, durante ese período inicial se constituyen varias organizaciones activas como la Unione Antifascista Italiana, un organismo al que adherirán el Círcolo Giacomo Matteotti, la Sezione Socialista Italiana, el Gruppo Comunista, el Centro Repubblicano Italiano, la Unione Proletaria Italiana Reduci di Guerra, la Alleanza Antifascista Italiana y los grupos anarquistas.2 También, en junio de 1927, se instala en la sede partidaria de la Casa del Pueblo del Partido Socialista Argentino, un busto de Matteotti esculpido clandestinamente en Italia, y se organiza un acto conjunto de las asociaciones antifascistas, y de las dos líneas del socialismo italiano que habían sido acogidas en el seno del Partido Socialista Argentino: la reformista y la maximalista, más allá de que no se aceptaran grupos idiomáticos, pues la política de integración del socialismo argentino promovía la naturalización de los inmigrantes.3 De allí en más, los lazos entre el socialismo local y el de origen étnico no dejarán de hacerse efectivos, aunque desde el socialismo argentino se criticará la escasa voluntad de sus pares italianos de ayudar a constituir un verdadero movimiento político y sindical en el país.
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